Tras la salida por lesión de Tua Tagovailoa en la segunda posesión de los Dolphins de Miami frente los Buffalo Bills, la fanaticada y la prensa se han envuelto en un espiral de rumores nunca antes visto. No es de extrañar que se publiquen rumores sin evidencia alguna por parte de la prensa, ya que ese tipo de noticia especulativa vende, es negocio para los medios. Pero, que la fanaticada se envuelva en ellos dándolos por buenos, o porque dicho comentarista o periodista trabaja para tal o cual medio o porque dicho comentarista “tiene muchas fuentes de información”, es algo que no debería estar sucediendo.  Primero debemos analizar quién es Deshaun Watson como persona y el costo moral que esto significaría para el nombre y la imagen de los Dolphins; segundo debemos analizar que aportación, si positiva o negativa acarrearía el tenerlo en camerino para un grupo de novatos que se están adaptando a la disciplina del equipo y tercero y último su aportación como jugador. En Miami han comenzado al revés. Su ha antepuesto sus grandes números antes que su lastre de 22 acusaciones de abuso o conducta sexual inapropiada, se ha visto como el “salvador de la temporada” antes que su actitud dentro y fuera del camerino que lo describen como un jugador sin disciplina y que antepone un buen rato o una fiesta en medio de la semana que preocuparse por entrenar o conocer los videos del contrario de turno. ¿Y a que costo? ¿Qué tendrían que dar a cambio los Dolphins? Se habla de empeñar el futuro de la franquicia por varias selecciones en años consecutivos por un jugador que posiblemente por sus problemas legales no pueda regresar a jugar nunca, de salir culpable claro está, o quizás no esté disponible hasta la temporada del 2023. ¿Quién en su sano juicio haría un cambio así?

Semana tras semana desde que comenzó la temporada los Dolphins han ido perdiendo jugadores claves. Primero pierden a Tagovailoa, su mariscal de campo (QB) por 4 a 5 juegos,  tras una lesión provocada por una deficiente y mal dirigida línea ofensiva. Tenemos que reconocer que el trabajo de Chris Grier como  Gerente General de los Dolphins nunca ha puesto la importancia que merece la línea ofensiva en perspectiva. Grier está aprendiendo este dato de la peor manera: perdiendo en el segundo juego al mariscal de campo (QB) donde los Dolphins pusieron el futuro de la franquicia. Esta semana los Dolphins también anunciaron que perdieron, tras lesionarse en una sesión de entrenamientos a Michael Deiter su centro abridor y una de las pocas notas sobresalientes de la línea ofensiva. “Llueve y no escampa” para Grier. Preston Williams recibidor abierto no ha podido jugar un solo partido con los Dolphins.

Mañana frente a los Colts de Indianapolis los Dolphins salen favorecidos para obtener la victoria. Pero no debemos pasar por alto que la pasada semana Jacoby Brissett  mariscal de campo (QB) vino a tener una aceptable actuación en las postrimerías del último cuarto.  Que va con una línea ofensiva con el peor ranking de la liga, y para completar no tiene hasta el momento un juego en la carrera que ayude a Brissett.

Será una tarde larga en Miami cuando reciban la visita de los Colts. Un equipo diezmado por las lesiones, y afectado por los rumores. La salida de Deiter podría ser significante entre la victoria y la derrota. Esperamos que el cuerpo técnico logre hacer los ajustes para proteger a Brissett y ayudar el juego en la carrera que tanta falta está haciendo.  Vamos FINS!!!